domingo, 8 de febrero de 2015

Añoranza.

Cuando el cielo está gris
mi vida se torna triste
pero si el cielo se enciende
surge una fuerza radiante.



Atardeceres.



 
Siento mi corazón en la dulzura
fundirse como ceras:
son un óleo tardo
y no un vino mis venas,
y siento que mi vida se va huyendo
callada y dulce como la gacela.

Sueños.

                           Sueños.

Sueño que la tarde acaba
en un sin fin de colores
que maravillan mi alma
y que calman mis temores.


Contemplar el atardecer es la belleza indescriptible de la naturaleza.